Entre 2003 y 2010 el PBI real creció 7,4% equivalente anual (en adelante, e. a.). Este es un dato aritmético que surge de dividir el nivel observado en 2010 por el observado en 2003, al cociente se le extrae la raíz séptima y al resultado obtenido se le resta uno y se multiplica por 100. Para algunos, el referido 7,4% es el resultado de una nueva estrategia de desarrollo; para otros, consecuencia de una reactivación posibilitada por las inversiones previas, la mejora de los términos del intercambio y el agotamiento de ciertos stocks.
Para entender más sobre esto hice una especie de entrevista a mí mismo:
-¿Cómo puede ser que un mismo número genere tanto debate entre los economistas?
-Porque puede ser interpretado de maneras diferentes y la interpretación no pertenece al plano aritmético o estadístico, sino al del análisis económico. En el caso del PBI resulta útil diferenciar entre reactivación, transición y crecimiento sostenido.
-Explíqueme.
-Reactivación es una de las fases en que se descompone el ciclo económico; transición es lo que ocurre luego de que se elimina un obstáculo "estructural" (ejemplo: cambia no sólo un gobierno sino un régimen, entendido como un conjunto de reglas del juego); crecimiento sostenido alude a la posibilidad de mantener, de manera permanente, determinado ritmo de aumento de la producción.
-Deme ejemplos.
-China es el mejor ejemplo actual de transición, proceso que arrancó en 1976, luego de la muerte de Mao Tsé-tung, cuando las nuevas autoridades decidieron incorporar al país al siglo XX. Este proceso, que comenzó hace tres décadas, demorará medio siglo más en completarse. Lo que hoy está ocurriendo en China es parecido a lo que pasó en la Argentina a partir del último cuarto del siglo XIX (la diferencia es que en el caso chino no hay inmigración de mano de obra). Japón, luego de la Segunda Guerra Mundial, más que transición fue reconstrucción y agotamiento posterior.
-¿Y crecimiento sostenido?
-Existen estadísticas sobre el PBI de la mayoría de los países. En el caso de los económicamente más adelantados, abarcan varios siglos. Los resultados son contundentes y robustos: cuando se toma un período muy largo, digamos, un siglo, en números redondos el PBI total real crece 3% e. a., que se descompone en 1% de crecimiento poblacional y 2% de aumento del ingreso por habitante. A la luz de lo cual expresiones del tipo "si creciéramos 7% e. a. durante 20 años consecutivos, no sé qué maravilla alcanzaríamos" pertenecen mucho más al plano de los deseos que al de la base decisoria realista.
-¿Y la Argentina a partir de 2003?
-Es un claro ejemplo de reactivación. La estimación de la tasa de crecimiento del PBI de largo plazo tiene que partir del nivel máximo logrado en el ciclo anterior, que se verificó en 1998. Pues bien, así como entre 2003 y 2010 el PBI creció 7,4% e. a., entre 1998 y 2010 creció 3,2% e. a. De manera que lo que ocurrió no fue ningún milagro sino una fuerte recuperación, luego de una fuerte recesión.
-Algunos economistas sostienen que la distinción entre ciclo y tendencia es obsoleta, y que las series macroeconómicas deberían ser analizadas como si hubieran surgido de la suma de variables aleatorias.
-No soy un experto en la cuestión. Si recuerdo bien, el primero que planteó este enfoque fue Eugeny Slutsky, a quien conocemos por haber desagregado el impacto que tiene la variación del precio de un bien sobre su cantidad demandada en un efecto ingreso y un efecto sustitución. Pero esto de que las estimaciones referidas a producción, ventas, consumo, etc., podrían haber surgido de tirar monedas al aire o dados sobre una mesa no me parece que ayude a entender cómo funciona la realidad y qué podemos hacer para mejorarla.
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