La compraventa de divisas volvió a la tapa de los diarios, a partir del entusiasmo con el cual desde agosto pasado el sector privado atesora dólares y de las medidas que al respecto adoptó el Poder Ejecutivo. ¿Hay algo especial en el mercado cambiario, o puede ser analizado con el herramental que sirve para entender el funcionamiento del resto de los mercados?
Al respecto entrevisté a mi alter ego, en lenguaje simple y comprensible, para entender más esto. Espero les resulte más ameno.
-¿Por qué los diarios siguen con más atención al mercado de cambios que al de aluminio, por ejemplo?
-Porque desde el punto de vista de la disponibilidad de los datos, el primero se puede seguir minuto a minuto; el segundo, con frecuencia mensual; porque existen más comportamientos de manada en la compraventa de divisas que en la de aluminio, y porque se piensa que las variaciones del tipo de cambio se trasladarán al resto de los precios mucho más que las variaciones del precio del aluminio.
-Pero entonces son bien diferentes.
-No completamente. En ambos casos se trata de seres humanos que deciden comprar y vender, y tanto en el caso de las divisas como el del aluminio la cantidad ofrecida tiene que ver con la relación entre costos de producción y precio que existe en el presente y que se espera para el futuro, además de los stocks existentes, mientras que la cantidad demandada tiene que ver con el precio de cada bien con respecto a los demás, el ingreso y la cantidad efectiva y deseada de pesos que la población tiene en sus bolsillos y en los bancos.
-¿Cómo se genera el segmento negro o paralelo de un mercado?
-Para comprar cigarrillos lo único que se necesita es pagar lo que cuesta cada paquete. Consiguientemente existe un mercado único . Si para comprarlos, además de dinero, se necesitara un permiso del Ministerio de Salud, los fumadores que no lo consiguieran demandarían el sustituto más próximo. Lo cual, automáticamente, generaría el segmento negro o paralelo de los cigarrillos. Con el dólar, ocurre lo mismo.
-¿El segmento negro o paralelo de un mercado siempre está liberalizado?
-Uno puede imaginar que el Estado también intervenga en ese segmento, enviando a la Policía. Pero en la medida en que lo haga volverá a segmentarlo. Un Estado que no sólo traba la venta de dólares en las instituciones financieras institucionalizadas, sino también en las denominadas cuevas verá cómo surgen las supercuevas, cuyos operadores correrán riesgos mayores. Los cuales cobrarán un aumento del margen que existe entre los tipos de cambio a los cuales se compran y venden divisas.
-¿El segmento futuro del mercado de cambios sirve para estabilizar al mercado presente?
-Depende de la situación. Si todos los días llega a un pueblo un camión que transporta dólares billetes, y un día no llega porque se le pincha una goma, un especulador astuto podría hacer un gran negocio vendiéndoles dólares ese día a los compradores desesperados, recomprándolos más baratos al día siguiente, cuando el camión vuelva a llegar. Pero cuando se plantea una cuestión de incertidumbre de la política económica, y particularmente la cambiaria, las mismas razones que afectan la porción presente del mercado de cambios afectan la porción futura y el mecanismo equilibrante no opera.
-¿Qué consejo les daría a las autoridades, a la luz de lo que está ocurriendo en el mercado de cambios?
-Que partan de la base de que el mercado de cambios no es un mercado aislado, sino un síntoma de cómo la población ve el precio relativo del dólar, el exceso de emisión monetaria y la manera en la cual el Poder Ejecutivo está enfrentando la realidad económica nacional e internacional.