martes, 14 de febrero de 2012

QUE SIGNIFICA, PARA MI, SER BLOGGERO

En el universo tan inconmensurable que es Internet, alguien en algún momento creó una herramienta a mi modo de ver, fantástica: el blog. No sé quien fue, ni cuál fue su intención primaria, pero la idea no sólo fue bienvenida, aplaudida y festejada, sino también, excepcionalmente aplicada.

El blog, básicamente es la herramienta para que cada uno de nosotros crea que es un poquito dueño del aire virtual; es tener nuestro propio espacio en el arte del limbo informático por naturaleza; es el sueño del terrenito propio donde edificar ideas, plantar pensamientos, y compartir información.

Sí, información. Porque de eso se trata esto, de informar… ergo: compartir.
Hace poco un amigo me preguntó “que era eso de los blogs y no sé qué, porque me gustaría escribir mis cosas…” Y le expliqué lo que era. “Ah, no, pero no hay copyright ahí, entonces no me gusta…” me contestó. A lo que le expliqué que si quería eso, que editara un libro, y si quería reconocimiento, que se sentara a ver cuántos vendía. Ahora, si lo que quería era compartir, pues el blog es una herramienta espectacular. Y gratis.

Pues bien, ese amigo me leyó, y le gustaron algunas cosas… hasta que se dio cuenta, como muchos otros, que algunas cosas que yo escribía no eran mías… entonces me atacó, entre enojado y desilusionado. Hasta acá la anécdota.

Ser bloggero es todo lo que escribí más arriba, y un sinnúmero de cosas más, que sólo atañen a la personalidad del que escribe. Se puede escribir en prosa, en verso, con espíritu librepensador, o crítico, o informador… pero esencialmente lo que uno hace es compartir ideas: que pueden ser propias, o ajenas adornadas con nuestro toque, o simplemente citadas o emuladas.
Algunas notas son tan buenas, que las expuse sin cambiar ni una coma, ni el título siquiera. No hay ánimo de plagio, obvio.
Con el simple objetivo de informar.

Hace poco instalé en el blog una nota que me pareció espectacular y la saqué del diario La Nación. Como no era una editorial, no estaba firmada, la copié y puse en mi muro, con algún agregadito. La mandé al Facebook y al Twitter. Tuvo una acogida impresionante, gustó, encantó, fue escenario de críticas, diálogos y disputas. Nadie la había leído en el diario, no importa porqué… pero lo que hice sirvió para que se enteraran, y lo leyeran –de segunda mano- en mi blog.

Lo compartí. Como hago con todo. Es mi personalidad. Es mi blog. Hago lo que quiero, digo lo que quiero y escribo lo que quiero. Un ejercicio que me ayuda a tener la cabeza limpia, más clara, más útil.

Como saben, soy economista, y mis blogs más técnicos también están nutridos de la realidad semántica e intelectual de colegas. Eso es lo bueno de esto: enriquecer ideas. Hace poquito leí uno de mis blogs emulado por algún bloggero que se permitió la licencia de sumarle gráficos y tendencias. Le quedó espectacular, lo voy a copiar.

La esencia del Blog, para Ariel Torres, es compartir ideas, desentrañar tendencias, informar a todo el que me lee, con la agradable sensación de haber puesto ante sus ojos, algo que no había suscitado su atención por otro medio.

Para los fundamentalistas, está el anonimato total… o las mieles del éxito. Pero para eso hay que arriesgar mucho más. Y hay que tener con qué…

A mí, por ahora, me da para el blog.

Ariel Torres

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