viernes, 7 de septiembre de 2012

La trampa de los miedos

Por Ariel Torres




Todos estamos expuestos a ser blanco de los miedos, cualquiera que fuera su forma. En ocasiones esos miedos están aletargados dentro de nuestros propios pensamientos, de nuestra propia alma. Forman parte de aquellos que hemos aprendido en la vida por las malas, y no queremos que se repita.

Los que tenemos más de 40 sabemos perfectamente lo que no queremos que suceda con nuestra libertad y nuestro derecho a elegir lo que queremos para nuestra vida, y la de los nuestros.

Qué me da miedo hoy? Se los resumo en una frase:

- "Sólo hay que temerle a Dios... y un poquito a mi."

La autora de tan demagógica y autocrática frase es la Inquilina Nro. 1 de Olivos. Nuestra presidenta. Que lejos de ser una estadista, hoy en día sólo es la jefa del poder ejecutivo, que está allí por el voto popular. Un voto al que no le hace honor, con su actitud.

A mi modo de ver, una fórmula exitosa para oponerse al miedo, se basa en dedicarle tiempo a nuestro propio placer, pero eso no es tarea fácil por sí misma. Imagino que con nuestros derechos cada vez más pisoteados y dirigidos, esa tarea será mucho más difícil.

Me vigilan si compro más de $ 1.000 en el supermercado. Me vigilan si compro U$S. Me vigilan si viajo al exterior. Me vigilan cuando pago las cuotas del colegio privado de mis hijos. Me vigilan la tarjeta de crédito. Me vigilan. Me vigilan. Me vigilan.

Hace muchos años aprendí que las mejores armas de la Dictadura eran el terror y las noticias falsas.

Tengo miedo.

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