sábado, 9 de junio de 2012

Cuando la doctrina y el cinismo son la misma cosa


Por Ariel Torres
Soy asiduo lector de un periodista del diario La Nación, Carlos Pagni, un hombre que está en las antípodas del pensamiento nacional y popular, y casualmente escribió antes de ayer, refiriéndose al último discurso de CFK, que ha llegado el fin del nestorismo. Mi comentario respecto a esa nota, con el mayor de los respetos, es ésta: juazzzzzzzzzzzzz!!!, chocolate por la noticia. No sólo el nestorismo ha caducado. En la increíble dinámica que le está dando su viuda a este gobierno, ya nada es lo que era; sólo el cristinismo ha quedado en pie.
Veamos si no... Al amigo De Vido, quintaesencia de la doctrina nestoriana, le sacaron la Secretaría de Transporte (esto es: le sacaron la distribución de 20.000 millones de pesos en subsidios); lo sacaron de YPF, le sacaron la relación con los empresarios y con los gremios, y en cualquier momento le sacan el auto, el chofer y el celular. Como es lógico, él está sacado. El devidismo ha muerto y no descansa en paz. En un momento, cuando amenazó con renunciar, le respondieron tajantemente: " de acá te vas preso, o muerto". Así las cosas...
El bigotón Aníbal Fernández, hasta hace una semana nuestro principal vocero en la cuestión del dólar, en ese discurso fue ridiculizado en público por la señora, que le ordenó (sic) pesificarse y lo puso en penitencia con el bonete en la cabeza, poniéndolo en serios problemas. Si un enemigo tiene Aníbal en el gabinete, ése es Randazzo, y la señora le pidió precisamente a Randazzo que lo desautorizara. Al Flaco se le fue un poco la mano y casi lo equiparó con un ladrón de estéreos. Resumiendo: Aníbal se quedó sin voz para ser vocero, sin respaldo, sin dólares y sin estéreo. Está en un rincón, en silencio, castigado y con un bonete que le cuelga. Duro golpe para la democracia y la filosofía política: ha muerto el anibalismo.
De todas maneras, si hay un zorro digno de respeto, ese es Anibal. Yo no lo enterraría aún. Si decidiera abrir la boca, y no para respirar... mamita!
Nuestra Presidenta ha decidido convertir en pesos sus tres millones de dólares (una parte ínfima de su fortuna personal, dicen). Golpe para Máximo, el súper hijo dolarizado? Craso error. Máximo, aunque no compartió la decisión de su madre, rápidamente se va a poner en contacto con alguna cueva para vender esos tres palos en el mercado paralelo. Con semejante masa de dólares volcada de un saque, la cotización del blue se va a ir al piso, y entonces Máximo volverá a comprar, haciendo una diferencia extraordinaria. ¡Qué jugador! Aun así, que la señora haya tomado la decisión de no invertir más en dólares no deja de ser una señal extraordinaria. Es todo una forma de pensar, de ahorrar y de vivir la que termina con ese histórico anuncio. Me animo a decir que si Cristina no tiene más dólares, el dolarismo ha muerto. Tiembla Estados Unidos. (cuac y re cuac!)
Ahora es el turno de los impresentables, y en el primer puesto está el amigo Claudio Cirigliano, dueño de TBA y uno de los empresarios más poderosos del país, descansando en la cárcel por estos días. Si pensamos que hasta la tragedia de Once agarraba el celular y hablaba con Cristina, con De Vido y, si había buena señal, hasta con Néstor, parece que algo está cambiando en la Justicia. Y hoy, tras las rejas, apenas si intercambia mensajitos de texto con sus nuevos amigos, los Eskenazi, Alberto Fernández, los Schoklender... qué lindo grupete ese. Tiemblan Cristóbal López, Rudy Ulloa y Lázaro Báez? Todos temblamos. Cristina va en camino de convertirse en la Gran Madrina.
La señora, en su discurso del miércoles, se enojó con el abuelo que presentó un amparo en la Justicia porque no le dejaron comprar 10 dólares para regalarles a sus dos nietos, de 5 y 7 años. Lo calificó de "amarrete". En su mente, la razón la asiste, seguramente. Y sino, vaya el ejemplo: en las últimas campañas electorales, el Gobierno ha regalado electrodomésticos, planes sociales y computadoras. Todo un contraste con ese abuelo que quería conformar a sus nietitos con unos miserables 10 dólares. Es hora de asimilar que en la Argentina K el amarretismo ha muerto. Que se entere todo el país: vamos a establecer por decreto que el regalo mínimo para un nieto será de 100 dólares. Ese será el mínimo. Para el Máximo no habrá límites... (re re cuac)
Hay muchos otros "ismos" que, como es público y notorio, han pasado a mejor vida en nuestro universo: el moyanismo, el sciolismo y, con cuánto dolor lo digo, el peronismo. Estamos en una nueva época, con una nueva cultura y nuevos actores. Es la hora del camporismo, del cicconismo, del puertomaderismo. Que muera el continuismo de los defensores del nestorismo. Que viva el oportunismo del cristinismo. No es una casualidad semántica que esta doctrina rime con cinismo. Yo prefiero hablar de realismo. Que no es lo mismo.
Esperemos los próximos discursos de la viuda. Cada cadena se convierte en un apasionante juego de intrigas y suspenso, que ríanse de Lost y 24. Quiénes serán los invitados al Edén y quiénes los desterrados. A cuántos de los que hoy aplauden a su alrededor (cada vez manos, por cierto), mañana les pondrá el bonete y los mandará al rincón junto a Aníbal. Las ideas que hoy son defendidas, mañana serán despreciadas.
No son pocas las noches en las que tengo pesadillas siniestras, dignas de una mente poblada por el horror. Sueño que, hartos de esa angustia de no saber si estamos entre los buenos o los malos, nos paramos y la enfrentamos, y que se defiende pegándonos con el micrófono, que es como pegarte con El Relato. Me despierto sobresaltado, prendo la radio, la oigo hablando desde algún lado, desde todos los lados, y digo: tranquilo, ella sigue ahí; podrá morir la verdad, pero nunca el ilusionismo.
Será verdad eso que dicen que no se puede mentirles a todos, todo el tiempo? Espero que sí... La esperanza me asiste.

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