miércoles, 29 de mayo de 2013

Dolar Marginal: el protagonista de la actualidad

Por Ariel Torres

Si googleamos "Dólar Blue" -como se conoce al paralelo en Argentina-, aparecerán nada menos que 4.880.000 entradas. Es que desde que se impuso el cepo cambiario, se ha convertido en el centro de atención de los medios y motivo de conversación cotidiano en reuniones de amigos, cenas familiares, oficina y demás ámbitos sociales. Nos hemos convertido en expertos del tema.
Ahora veamos el porque del mote; se le dice dólar blue y no, por ejemplo, dólar negro, por varias razones. Por un lado, su significado en inglés refiere a algo que es de difícil denominación, por lo marginal (sin ir más lejos, también en esa lengua blue representa algo "triste o melancólico").
Algo un poco más técnico se refiere a que, como a la operatoria bursátil mediante la cual un agente compra una acción o bono en el mercado local en pesos argentinos y luego lo transfiere a una cuenta al exterior y lo vende en dólares (el ya clásico "contado con liqui"), se la suele llamar también "blue chip", el concepto se trasladó a la compra-venta de la divisa americana en el mercado informal.
En los corrillos se dice también que ante la existencia de billetes falsos en el mercado, hay quienes trazan sobre él una fibra especial, que delata su autenticidad dependiendo de si queda o no de color azul.
Sea cual fuere el motivo por el que se lo denomina así, el dólar blue es hoy por hoy uno de los principales protagonista de la escena política, económica, social y hasta virtual (últimamente se han multiplicado las aplicaciones para smartphones y distintas redes sociales que informan su cotización). A priori, es aquel billete al que se accede mediante "cuevas" o casas de cambio, es decir, de manera extraoficial. Su operatoria está prohibida por ley, pero el mismo gobierno reconoce la existencia de un mercado activo, y llega incluso a aplicar medidas como la del blanqueo de capitales para influir sobre el mismo.
Negar que, hoy por hoy, el dólar paralelo es un termómetro social, y su comportamiento pone al descubierto las elevadas expectativas de devaluación de la población, no tiene mayor sentido. Se ha transformado de a poco en el dólar "varita" es decir, el punto de referencia por el cual se miden la mayoría de las operaciones en el mercado financiero, incluyendo el "sube y baja" de las acciones de empresas líderes en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
No son menores las controversias y polémicas existentes sobre cuál es el volumen operado de dólares paralelos por día en la Argentina. Lo cierto es que, más allá que desde el oficialismo se afirme que la cantidad de dólares operados en el mercado marginal es insignificante (causa risa el término), la verdad es que, al tratarse justamente de un mercado en el cual las operaciones no quedan registradas en ningún lado, se vuelve prácticamente imposible tener una idea aproximada de su tamaño y, lo que es aún más importante, su tasa de crecimiento desde enero de este año, fecha en la cual la suba se aceleró peligrosamente.


Hay quienes sostienen que la intención del Gobierno es dejar la cotización en torno a los 8 ó 9 pesos por lo menos hasta las elecciones de octubre, para generar con ello una "imagen de control" de la situación financiera. Para lograrlo, además de los controles que ejercen sobre casas de cambio (...), seguirá vendiendo acciones y bonos del Anses en la Bolsa para bajar la cotización del "contado con liqui", como lo vienen haciendo con buenos resultados en las últimas semanas.
El límite esta marcado, porque en algún momento los activos utilizados podrían acabarse y con ello habría que buscar otra herramienta de política monetaria que tenga la misma eficacia, aun a costa de perder reservas, que es lo que paralelamente yo sospecho que también está pasando.
Lo claro es que el dólar blue es una realidad sostenida, vino para quedarse y tendremos que acostumbrarnos a convivir con él y sus hermanos bastardos -como el Cedin- por un largo tiempo.
Es de vital importancia tratar de entender su dinámica y funcionamiento, ya que rige verdaderamente el destino de nuestra economía de todos los días. 
Nos guste o no. Le guste al gobierno o no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.