Hay una nueva montaña rusa en Argentina, y
se llama Blue. En las últimas 7 semanas tuvo su récord, cercano a $ 16 por
dólar, para después bajar abruptamente hasta los $ 12,65. A fines de la semana
pasada rebotó un poco, y se espera que siga en ese camino en esta semana.
Todo el mundo argento se pregunta para
dónde va, o si se estacionará, claro que para responder eso hay identificar los
factores que influyen en este particular mercado que, tal como en otros, está sujeto al juego de la oferta y
la demanda para determinar el precio. Por el lado la oferta, tenemos la oferta
de dólares que se origina por operatoria “dólar ahorro”. Asimismo esta
operatoria tiene su contrapartida, ya que si se colocan dólares se retiran
pesos del mercado. El 90% de las personas que solicitan “dólar ahorro” retiran
los dólares billete del banco. Si tenemos en cuenta que en el mes de Octubre
fueron record las compras de “dólar ahorro”, se realizaron compras por 446
millones de dólares (el 90% son 401 millones) Esto quiere decir que a una
cotización de 8,50$ mas 20% (percepción), se necesitan 10,2$ para retirar cada
dólar. La sumatoria da cerca de 4090 millones de pesos de absorción.
A su vez las reservas del BCRA no sufrieron tanto ya que las empresas
cerealeras se comprometieron a liquidar dólares y a cambio el Gobierno Nacional
colocó bonos ajustados a la devaluación (BONAD).
Esta colocación es un seguro de cambio que
permitió la liquidación de dólares y también la absorción de pesos.
Pero por otro lado, la intervención en el
“contado con liquidación”, permitió quebrar las expectativas del mercado blue,
aunque el volumen operado en la actualidad es insignificante y habrá que
observar la evolución del precio con mayor volumen.
Adicionalmente,
con los controles a las “cuevas financieras”, se aplicaron sanciones a
compañías financieras que operaban el mercado blue, lo que de alguna manera
también sirvió para mantener la cotización controlada.
Ahora
bien, la demanda de dólares depende de los pesos que dispongan los agentes
económico, y en el caso de los flujos de dinero, tiene que ver con cuantos
pesos le quedan a fin de mes a los trabajadores. En este punto hay gran una
incidencia de la inflación en el salario, ya que si ésta le gana al salario
nominal, menor cantidad de pesos habrá para comprar dólares. La inflación
repercute de manera directa en este último trimestre, ya que teóricamente en lo
que resta del año no habrá subas significativas de salarios nominales.
Analizando
la cosas por el lado de los stocks, si una persona tiene un plazo fijo
necesariamente va a comparar la tasa de interés contra la expectativa de
la devaluación del dólar paralelo. Si la tasa de interés es mayor que la
devaluación del blue esperada, se queda en pesos, y si es menor optaría por los
dólares. En ese sentido, el titular del BCRA reguló las tasas pasivas de los
bancos con una tasa minima de 23,3% para los plazos fijos a 30 días, a fin de
evitar la huída masiva del peso.
Si
tenemos en cuenta que se necesitan pesos para convalidar una suba del blue,
entonces debemos mirar el “dólar cobertura”, que se mide dividiendo la base
monetaria (pesos en la calle) por las reservas, lo que nos indica una tendencia
a la cual apunta el blue. Al 7 de noviembre este guarismo se ubicaba en el
orden de los $ 14,83 por dólar, bastante por encima de la cotización del Blue
por estos días, lo cual indica – y lo vengo diciendo hace varios días- que muy
probablemente el blue esté barato hoy.
Al no haber pesos en la calle, las compras del dólar
ahorro disminuyen, y por eso cae la oferta de dólares en el mercado blue. En otro
sentido, el “Dólar cobertura” subirá por la sencilla razón que en los 2 últimos
meses del año, históricamente el BCRA emite una mayor cantidad de pesos,
principalmente por asistencia al Tesoro Nacional, por mayores pagos de sueldos
debido al SAC. Sólo en diciembre de 2013 la base monetaria se incrementó en
40.000 millones de pesos, y este año ese número aumentará cerca de 60%.
Por otro lado, las reservas
internacionales difícilmente tendrán un incremento significativo, aunque
sobrevuelen los swaps, ya que se necesita un acuerdo con holdouts previamente
para que ingrese dolares “frescos” y esto no se dará antes de Enero de 2015 o –a
mi entender- bastante más adelante.
Sin olvidar la voracidad de los sindicatos
por lo que han denominado el “bono navideño”, que es una apertura informal de
las paritarias, ya sin eufemismos.
Si
atendemos lo expuesto anteriormente, la montaña rusa del blue terminará en
breve. El apetito de los argentinos por la divisa norteamericana aumentará como
es ya un acostumbre estacional, sumado a una convergencia de las expectativas
cada vez mayor.
Mi pronóstico es que a fin de año el blue
estará –mínimo- entre $1 y $ 2 más caro que hoy.
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